Vacunas Covid-19 explicadas para niños en diciembre de 2020

Niñas, vuestro papi, el rebelde renegado, el magufo infame, el contestatario sin sentido, el gruñón, os explicará por qué la estupidez que nos rodea acatará sin crítica que le inyecten un brebaje de 5 meses de existencia, y os demostrará cómo se usa el cerebro, la razón y los argumentos científicos para rebatir a creyentes en la nueva religión oficial: la Tecnociencia.

Se dice que sólo se aprobará una vacuna “segura y efectiva”, y la gente cree que esos conceptos son evidentes, pero en realidad NO lo son, como sabemos tras décadas de aprobar fármacos antitumorales supuestamente “efectivos” y que han demostrado casi nula eficacia.

Acerca de los antineoplásicos escribí este artículo donde reviso la evidencia disponible y demuestro que el tratamiento del cáncer no ha avanzado prácticamente NADA en 70 años: https://cancerintegral.com/por-que-perdemos-la-guerra-contra-el-cancer-iia-el-fracaso-de-los-antineoplasicos/

Y eso es debido al concepto que las farmacéuticas usan para llamar a algo “efectivo” y que se basa sólo en SU propia definición del concepto, con parámetros que ELLOS definen.

Se supone que idealmente una vacuna debe hacer dos cosas:

  1. Reducir tus probabilidades de ponerte gravemente enfermo y morir
  2. Cortar la transmisibilidad y reducir las tasas de contagio

Artículo del British Medical Journal (BMJ, una de las más prestigiosas revistas científicas) con título: “Will covid-19 vaccines save lives? Current trials aren’t designed to tell us” (¿Salvarán vidas las vacunas covid-19? Los actuales ensayos no están diseñados para responder eso)

https://www.bmj.com/content/371/bmj.m4037?s=09

Según uno de los responsables de un ensayo:

“Los ingresos hospitalarios y las muertes por covid-19 son simplemente demasiado infrecuentes en la población en estudio para que una vacuna eficaz demuestre diferencias estadísticamente significativas en un ensayo de 30 000 personas. Lo mismo ocurre con su capacidad para salvar vidas o prevenir la transmisión: los ensayos no están diseñados para averiguarlo”

Porque:

¿En qué grupos se ensayan las vacunas?

  • En mayores de 18 años, algunas a mayores de 12, no embarazadas, no con trastornos autoinmunes, y LA MAYORÍA DE PARTICIPANTES SON MENORES DE 70 AÑOS, justo el grupo de mayor riesgo y que supuestamente más debería beneficiarse.

¿Qué miden las vacunas?

  • Síntomas leves o moderados. Los síntomas graves suceden en un porcentaje tan pequeño de los infectados (apenas un 2%, no más de un 7% en personas mayores), que no se recaban datos suficientes que permitan afirmar que las vacunas salvan hospitalizaciones y muertes. A quienes parece demostrar ayudar, casi todos saldrían de la infección sin ayuda. Los ensayos, además, NO miden las admisiones hospitalarias de los vacunados, como reconocen los propios responsables de las pruebas.

Traslademos lo que se está haciendo ahora con las vacunas de la gripe que se han utilizado durante décadas, donde la ciencia está lejos de ser clara: aunque los ensayos aleatorios han demostrado un efecto en la reducción del riesgo de gripe sintomática, tales ensayos nunca se han realizado en personas mayores, para ver si salvan vidas.

Solo se han realizado dos ensayos controlados con placebo en esta población, y ninguno fue diseñado para detectar diferencias en los ingresos hospitalarios o las muertes. Además, los aumentos drásticos en el uso de vacunas contra la gripe NO se han asociado con una disminución de la mortalidad: o sea, las vacunas contra la gripe NO han demostrado conseguir que la gente muera menos por gripe. Suena increíble, pero es cierto.

https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0216983

Recordemos, por último, que JAMÁS se ha logrado obtener una vacuna eficaz contra ningún coronavirus, sea en humanos o en animales y han pasado décadas. Pero al parecer lo han conseguido ahora en 5 meses.

  • Las vacunas Covid-19 NO miden interrupción de transmisión. Aunque es cierto que si impiden síntomas aunque sean leves, podrían frenar la propagación porque se está demostrando que los asintomáticos apenas contagian (lo cual haría inútiles y dañinos los encierros y cierres económicos), NO lo han medido. Es decir, habría que continuar con las medidas de distancia, aislamiento y máscaras.

Si comienzan a usarse a la vez medidas no patentables que SÍ están demostrando eficacia: vitamina D, Ivermectina, etc, se confundirá su uso con el de la vacuna, pero se adjudicará el mérito sólo a la sustancia patentable.

Efectos secundarios

La historia demuestra que los casos de efectos secundarios graves con vacunas aparecen en momentos de alta presión y expectación (vacunas de polio contaminadas en 1955, casos de síndromes de Gillain-Barré en vacunas contra la gripe de 1970)

«Encontrar eventos adversos raros graves requerirá el estudio de decenas de miles de pacientes, pero este requisito no se cumplirá con la adopción temprana de un producto que no haya completado su evaluación de prueba completa», dijeron recientemente los investigadores de políticas de medicamentos de Harvard, Jerry Avorn y Aaron Kesselheim.

Los ensayos de la vacuna Covid-19 están diseñados actualmente para tabular los resultados finales de eficacia una vez que entre 150 y 160 participantes del ensayo desarrollan covid-19 sintomático, y la mayoría de los ensayos han especificado al menos un análisis intermedio que permite que los ensayos terminen con incluso menos datos acumulados.

Eric Topol, director de la revista Medscape, ha sido un crítico de los muchos análisis intermedios. “Estos números parecen totalmente fuera de línea con lo que se considerarían reglas de detención”, dice. “Quiero decir, estás hablando de administrar una vacuna con cualquiera de estos programas a decenas de millones de personas. ¿Y vas a basar eso en 100 eventos?”.

Porque encontrar eventos adversos graves requerirá el estudio de decenas de miles de pacientes, pero este requisito no se cumplirá con la adopción temprana de un producto que no haya completado su evaluación de prueba completa», dijeron recientemente los investigadores de políticas de medicamentos de Harvard, Jerry Avorn y Aaron Kesselheim.

Es decir, NO es posible saber los riesgos, segmentados por edad, condiciones de salud previas, etc, con los ensayos llevados a cabo de momento. Se está haciendo un ensayo gigantesco fase III sobre la marcha en millones de personas, algunas de las cuales, ancianos, NO se han puesto a prueba en los ensayos previos, con todos los riesgos que eso conlleva.

Y si no hay certezas de que vaya a funcionar (a la vista de las vacunas de gripe y otros coronavirus, es posible que NUNCA sean eficaces), si las medidas de control social y aislamiento tienen que seguir usándose, y si hay TANTA evidencia de que la profilaxis y tratamiento con vitaminas C y D, Zinc, Magnesio, Quercetina, Ivermectina (y ozono) funcionan, el ratio riesgo/beneficio de las vacunas no es lo suficientemente bajo como para aconsejar vacunar AHORA a ancianos. Quizá en el futuro

Pero tranquilas: los medios mostrarán a individuos incapaces de pensar por sí mismos, haciendo cola para inyectarse un líquido de cinco meses de vida, mientras reniegan de moléculas con 5 décadas de experiencia clínica en millones de pacientes, convencidos de que la vacuna (y SÓLO la vacuna) les «salvará» del virus, y se tragarán las manipulaciones emocionales de los noticieros, que usarán imágenes de viejecitos que, «por fin, pueden abrazar a sus nietecitos», tras haber sido «vencida la pandemia» por «La Ciencia».

Si me veis vomitar ya sabéis a qué es debido.

Un beso de vuestro padre, que os quiere.

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